Día 5. Mekong (Chau Doc-Phnom Penh)

El despertador suena a las 6 de la mañana, a las 6.30 hay desayuno y salida hacia Phnom Penh, capital de Camboya. Vuelvo a juntarme con la gente que conocí ayer, la verdad es que hacemos un grupo agradable y por lo que vamos hablando llevamos un itinerario muy similar en los siguientes días.

Don “leiris an llendenmen” que viene a ser nuestro “pastor-guía” nos lleva hasta un embarcadero cercano donde dejamos las mochilas y pasamos a coger una barca en la que viajamos de dos en dos. En esta barquita visitamos un poblado de casas flotantes cuyos habitantes se sustentan gracias a la cría de peces que crían bajo sus propias casas. En este momento ya sé que se siente bañándose en el Mekong pues una olita se coló justo por mi parte derecha en la barca y me empapó mi pierna…

Tras la visita a este poblado flotante, nos llevan a ver una etnia islamista que hay cercana y ya de vuelta tomamos el barco que nos llevará hasta Camboya.

En este primer barco nos cogen los pasaportes y el dinero para tramitar el visado, vamos en él hasta la frontera con Camboya, allí mismo comemos con más pena que gloria en un restaurante concertado con la monopolizada compañía que organiza estos tours. A la salida de la comida nos espera un barquito tan pequeño como incómodo con el cuál ya llegamos a Phnom Penh.

La vida en el Mekong cambia bastante de un lado al otro de la frontera, la gente Camboyana parece más rural y viven más de cara al río usando este mismo para bañarse, lavar el ganado y obviamente para pescar (pescan con una especie de cazamariposas gigante). La imagen de esta parte del río se asemeja más a la que me esperaba encontrar, la gente te saluda con una sonrisa y saludando con la mano, especialmente los niños y las mujeres, este tramo es bastante bonito tanto por el paisaje como por sus gentes.

Ya en Phnom Penh a la entrada en mi hotel he coincidido con gente que había conocido en Saigón, los cuales me habían recomendado el hotel en el que me voy a hospedar esta noche y la de mañana.

Para cenar había quedado con Juan Carlos y Francisco (los españoles, ahora si os nombro que os he pedido permiso, jajaja), finalmente nos juntamos todos y salimos a cenar a un bonito restaurante que ellos mismos nos recomiendan, buena elección por cierto. Tras la cena hemos ido a probar la conexión en este país que no parece mala del todo pero el teclado de mi ordenador era patético y no pude escribir más que a la familia y continuar mi blog en el hotel.

Mañana iré con las chicas israelíes a ver la ciudad y los killing fields (campos de exterminio de los Jemeres, si queréis saber más sobre esto…Google, básicamente es un genocidio que hubo en Camboya allá por la década de los 70.