Siguiendo los consejos de Daniel, alquile una moto y bueno fue una experiencia más. Visité varias etnias además de lugares preciosos como campos de arroz o cascadas impresionantes, es sorprendente la cantidad de agua que hay en esta zona entre ríos y arrozales.
Empecé la mañana yendo a ver la cascada de plata, de más de
Visitamos varias aldeillas con sus etnias y como no, finalmente nos perdimos buscando una de las aldeas, pero no hubo mayor problema, pues volvimos a tiempo para coger el autobús que nos llevaba a la estación de trenes, fue toda una experiencia.
Ya en Sapa, cogí el bus junto con Daniel y su hija, con los que dormiría en la misma cabina, pero aquí las cosas son…como salen. Cuando llegamos a nuestro camarote, el otro compañero era un vietnamita joven que estaba separado de sus amigos así que finalmente conseguimos que todos se juntaran, eso sí yo finalmente dormí con otra gente con la que no hablé y Daniel y Yuki durmieron con una pareja japonesa. De este trayecto me quedo con el momento que vivimos Daniel y yo con aquellos jóvenes vietnamitas que no querían más que pasarlo bien y nosotros contribuimos a ello. La gente aquí, a pesar de no entenderte es muy sociable.
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