viernes, 14 de agosto de 2009

Día 10 Siem Reap, templos

Hoy es mi último día de templos, el plan para hoy era levantarnos a una hora decente para ir a ver unos templos que estaban más o menos alejados y pasar el día hasta ver el atardecer.
Así hemos empezado el día, hemos ido a ver unos templos y poco más de una hora después Juan Carlos y Francisco han decidido volver a la ciudad a coger un autobús de vuelta a Phnom Penh, la verdad es que tanto día de templo cansa un poco.
Tan rápida ha sido su decisión como su partida, en menos de una hora nos habíamos despedido, un hasta luego pues hemos quedado en vernos de nuevo el día que coincidimos en Ho Chi Minh.
Y así me he quedado, tras tantos días siempre acompañado, me he visto sin compañía y montado en un Tuk Tuk rosa chicle lleno de caritas de Hello Kitty, cuanto menos, cómico. Tras la despedida, he ido a seguir visitando templos, pero esta vez ha sido diferente, el tuk tuk me ha llevado hasta unos que están lejanos y allí he tenido algunas de las mejores sensaciones del viaje.
El primero de los templos que he visitado, era diferente de los que había estado visitando hasta ahora y la verdad es que me ha gustado bastante y después de visitar varios, el último ha sido como un gran colofón. Era un bonito templo en el que en el momento de mi visita yo era la única persona que había dentro, me ha encantado, han sido unos 10 minutos de soledad y silencio contemplando y disfrutando del paraje en el que me encontraba. Esto lo he rematado a mi salida del templo, pues me he salido un poco de la ruta marcada y he seguido a un paisano hasta unos campos de arroz que allí habían y he estado un rato viendo como trabajaban los campesinos, me hubiera gustado llegar un poco más allá pero un puente poco estable y las recomendaciones de las guías sobre no salirse de los caminos han hecho que mi sentido común reaccionara, una pena porque la zona era bastante segura.
Pasados esos buenos momentos he vuelto al Hello Kitty Tuk Tuk y por una bonita carretera que pasa entre arrozales y casas de madera donde vive la gente que se dedica al ganado y al arroz, la verdad es que han sido de los mejores momentos en Camboya y probablemente del viaje, hasta el momento.
Ya en el hotel he comido algo para cenar, me he duchado y tras una agradable conversación sobre voluntariados en Camboya con una dentista asturiana, me he ido a ver a Antuon y Benjamin para despedirme de ellos pues ya en el viaje al menos no volvemos a coincidir.
Mañana no hay plan pues tengo el avión a las 6 de la tarde así que intentaré dormir hasta tarde y descansar lo que no he descansado estos días, me daré un paseíto por el centro y luego…vuelta a Vietnam.
Prometo fotos en cuanto tenga un hotel con buen wifi...

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