lunes, 5 de julio de 2010

sábado, 29 de agosto de 2009

Día 26, Hong Kong (despedida y cierre)


Mañana a las 9 de la mañana tengo mi vuelo de vuelta a Madrid, así que esta será la ultima entrada que escribo desde Asia.
Por la mañana he visitado el gran Buda que hay en la isla de Lantha, cerca de Hong Kong. Según tengo entendido es el Buda más grande del mundo al aire libre, es enorme, no quiero pensar como será el más grande en cubierto...

El enclabe en el que está situado es bastante bonito, eso si lleva un rato el llegar allí y claro como no, aquello parece un peregrinaje de turistas.

En ello he gastado la mañana y la tarde la he gastado pateando la ciudad, que la verdad es que a parte de centros comerciales y edificios altos no tiene mucho más que ofrecer, al menos la zona que yo he recorrido, ya en la tarde-noche, me he acercado a la calle de las estrellas, al estilo Holliwood pero con estrellas asiáticas tipo Jackie Chan, Bruce lee, etc... Desde allí he podido contemplar la otra cara de los edificios iluminados, más de lo mismo, pero es agradable, sobre todo porque siempre acabas hablando con alguien. Ayer argentinos y hoy dos chinos de Taiwan. Bueno y en el hotel he conocido un filipino que hablaba español, que sensación tan extraña a la par que bonita.
Como he escrito antes, ya es la despedida, me voy a hacer la mochila, mañana me espera un largo viaje de vuelta.
Ya en Madrid me dedicaré a colgar más fotos y a escribir conclusiones.
Me despido con una foto que viene que ni pintada para el blog, sólo hay que mirar la camiseta.

Día 25. Saigón-Hong Kong

He volado esta mañana desde Saigón hasta Macao y aprovechando que el vuelo ha sido tranquilo he seguido escribiendo, hasta que mi vecina de asiento se ha puesto a hablar conmigo. Gracias a ella y a su marido que la esperaba en Macao he podido ahorrarme un dinerito pues he ido en un bus barato desde el aeropuerto a los ferries. Me ha dado tiempo a coger el ferry de las 15.00 y aprovechar el trayecto para echar una cabezadita.
Ya en Hong Kong y tras empezarme a entender con el metro de aquí, he conseguido una habitación, con intimidad total, sólo la comparto con 11 personas más, no me voy a sentir solo la verdad jajaja.
Corriendo he ido a ver como anochecía a lo alto de la montaña Victoria. Como yo no era el único con ese pensamiento he tardado más de media hora de cola en coger el tren que te lleva a lo alto, cuando he llegado ya no estaba el sol, había luz pero no sol. En ese momento se han empezado a encender los neones de los edificios y poco más tarde hubo un juego de luces, así es Hong Kong...
Mañana ire a ver el gran Buda que hay en la isla de Lantha y a callejear un poco y despededirme del viaje que empieza a tocar su fin...

Día 24 Saigón, (Tuneles de Cuchi y templo Cao dai)

Me levanto tal que a las 6.30, cada día estoy más cansaete, desayuno en el hotel que finalmente pasamos la noche y salgo medio corriendo a la zona mochilera para contratar una excursión que tenía pensada para hoy.
Se trata de la visita de un templo Cao Dai y la visita a los tuneles de Cu Chi. Con tan sólo cinco minutos de respiro consigo los tickets y me subo al minibús.
En ese mismo momento me doy cuenta que el guía de la excursión casualmente es nuestro querido "leirisanllendelman" de la excursión al Delta del Mekong que tres semanas antes había hecho para entrar en Camboya.
En el minibús vamos 14 personas, por fin no coincido con ningún español, cosa rara en estas tierras y el único trato que tengo es con dos sonrientes chicas, una de Corea y la otra de Vietnam.
La primera visita que hicimos tras casi tres horas en el autobús fue la del templo Cao Dai. En resumidas cuentas Cao Dai es una religión un tanto especial pues es una mezcla de varias religiones (católica, budista y otra que no recuerdo). Tan peculiar es la religión como loas vestimentas de sus fieles y que decir del templo en sí, con un ancho pasillo central separado por columnas con forma de dragón de otros dos pasillos laterales.
En el rato que alli estuvimos, pudimos ver uno de sus momentos de oración, en el cual muy ordenadamente se arrodillan delante de un gran ojo (si, rezan a un ojo), por peculiar que sea.
a la salida del templo pasé unos minutos observando unos monos que había por allí.
De vuelta al minibús pasamos a comer y tomamos rumbo a los túneles de Cu Chi.
A la voz de "leirisanllendenlman wake up", nos despertamos del trayecto entre las visitas. Habíamos llegado a los túneles.
La visita a los túneles consiste en una explicación de como vivían y combatían contra los americanos los soldados del vietcom.
Una de las "actividades" en esta visita es caminar por parte de uno de los túneles, en ese momento me di cuenta de que sufro algo de claustrofobia, pues no pude recorrer más de 20 metros, hasta la primera salida. Me resulto agobiante el hecho de caminar de cuclillas con la espalda pegada a las paredes y al techo, con mucho calor, sin ver apenas nada y menos el final del tunel...
A la salida me topé con el guía con el que pasé unos minutos charlando y ahí caí en lo terrible de todo esto. El guía me dijo que yo había tenido la oportunidad de salir incluso de no haber entrado, pero en la guerra no existían esas oportunidades, solo había una, entrar. En el viaje de vuelta no pude parar de pensar en lo agobiante que debía de ser vivir bajo tierra mientras no paraban de llover bombas americanas.
Ya a la vuelta a Saigón, Juan Carlos, Francisco y yo nos fuimos de cena de despedida y ya en el otel intercambiar unos recuerdos. se que tarde o temprano leeréis esto así que simplemente volver a daros las gracias...
Mañana vuelo a de vuelta a Macao, pasaré de largo para ir a Hong Kong.

viernes, 28 de agosto de 2009

Día 23 Hoi An- Saigón

Mi último día en Hoy an. Hoy me despido de esta apacible ciudad. El plan para hoy es parecido al de ayer, es decir, playa. Tras el desayuno-Buffet he alquilado otra vez una “veranoazul” para primeramente ir a buscar unas zapatillas a medida que me había comprado y que por supuesto me dejé en uno de los bares de anoche (vivo en un continuo despiste). La suerte me vuelve a sonreír, allí estaban esperándome las zapatillas. Seguidamente hice alguna compra más, volví al hotel para hacer la mochila y tomé rumbo a la playa, directamente al chiringuito hamaquero de ayer, pues mi piel no permitía más sol y hoy he disfrutado de la sombra.

El día es claro, como ayer y con un poco de brisa, es ideal para estar en la playa, encima hoy no sé por qué se respira mayor tranquilidad.

Al cabo del rato apareció el chico holandés con el que además de la risueña cazaclientes he compartido mis últimas en Hoy An.

Con bastante lástima me he vuelto al hotel a darme el último baño en la piscina y seguidamente tomar el taxi para ir a Danang a coger el vuelo a Saigón donde espero reencontrarme con Juan Carlos y Francisco y volver a compartir buenos momentos con ellos.

Vuelo con Jetstar, lowcost de la zona y bueno os puedo asegurar que mis rodillas dan con el asiento de adelante, menos mal que el vuelo no es más de una hora y al no ir completo me he podido cambiar a un asiento algo más cómodo.

Ya a la llegada a Saigón he podido compartir taxi con un Inglés de Liverpool y así poder abaratar costes.

Cerca de la media noche llegaba a Miss Loi, donde me reuní con Francisco y Juan Carlos, no sin antes tener algún problemilla con el tema hotel.

Vaya careto...

Día 22 Hoi An

Hoy es mi segundo día en este pueblo-ciudad, no sé como catalogarlo pues el centro es tranquilo y recuerda a cualquier pueblo pero en realidad es una ciudad extensa de casas bajas y con bastante bullicio fuera del centro.

Tras descansar en el pequeño palacete en el que me hospedo, a eso de las 8.30 decido probar el buffet, el cual sin ser algo fuera de serie, no me disgusta.

En el desayuno coincido nuevamente con parte del grupo de españoles que también se hospedan en el Resort, en concreto con dos mujeres de las cuales una trabaja en Alcalá. Este era el único punto que me quedaba por conseguir en el viaje, alguien que viviera en mi misma ciudad, aceptaremos trabajo en vez de vivir…aun así he tenido noticias de que por estas tierras anda una chica de Alcalá.

Tras un rato de charla, fui a alquilar una bicicleta. Hoy nuevamente he alquilado una “veranoazul” con la que he ido a la playa, el caso es que he llegado tan pronto a la playa que apenas había nadie más que algún pescador.

Mi primera impresión de la playa ha sido buena, arena fina, blanca y limpia, limitada por el mar y por palmeras, siempre y cuando no haya un chiringuito o un Resort.

Sin pensarlo dos veces fui caminando hasta la orilla y ya con los pies en la cálida agua me puse a anda, y a andar y seguí andando. Al cabo de hora y media de caminata disfrutando de la soledad y rodeado nada más que por palmeras a mi izquierda y mar a mi derecha, decido volver sobre mis pasos.

Volví algo más rápido, pero el camino fue largo. Acabé en unas sombrillas que anteriormente una juguetona vietnamita captaclientes me había ofrecido. Allí pasé la mayor parte del día, dejando pasar las horas, disfrutando de la tranquilidad y de un pescado a la brasa que lo he catalogado como la mejor comida que he tomado en el viaje.

Por la tarde-noche salí a cenar y tomar una cerveza con un holandés que había conocido días antes en Ninh Binh y con el que coincidí en la tarde de ayer aquí en Hoy An.

Fuimos a cenar a la orilla del río, en un sitio con encanto y buena comida.

Tras la cena fuimos a tomar unas cervezas, en ese momento coincidimos con más gente y las cervezas se alargaron más de la cuenta.

lunes, 24 de agosto de 2009

Dia 21 Hoi an

Hoy por la maniana cogi el bus que me traeria desde Hue a Hoi An. A eso de las 12.30 estaba rondando la ciudad.
Hoi An no tiene mucho que ofrecer, simplemente el contraste que hay entre las ciudades de Vietnam y en la que ahora me encuentro. Es una ciudad muy tranquila con un centro urbano peatonal donde te asaltan los sastres (aqui hacerse una imitacion de trajes es increiblemente barato y rapido), salvando esta parte es un lugar apacible que parece no estar en Vietnam.
Es un pueblo-ciudad de casas bajas por la que cruza un rio que desemboca en el mar a 5 kilometros de aqui.
Maniana ire a ver como son las playitas del lugar...
Mi idea era coger un hotel para descansar y al final he acabado en un resort con piscinita pegada al rio, con una habitacion enorme y luminosa para mi solito. Creo que es el lugar idoneo para descansar del ajetreo que he llevado hasta ahora.
Maniana y pasado seguire disfrutando de la tranquilidad y la gente agradable que hay en este lugar.